El ejercicio disminuye el riesgo de infartos

Cada año alrededor de 12 millones de personas mueren de infarto de miocardio o accidente vascular en todo el mundo, lo que lo coloca como la principal causa de muerte en países desarrollados y la tercera causa de muerte en países en vías de desarrollo. La mayoría de la gente piensa que esto solo afecta a hombres, pero lo cierto que afecta tanto a hombres como a mujeres y en mujeres aumenta considerablemente después de la menopausia. Para entender cómo el ejercicio ayuda en la prevención del infarto debemos conocer primero qué es un infarto. El corazón humano tiene apenas el tamaño de un puño, y sin embargo, es el músculo más fuerte del cuerpo, con cada latido, bombea sangre que lleva oxígeno y nutrientes a todo el cuerpo a través de unos tubos llamados vasos sanguíneos, nutriéndose a sí mismo a través de sus propios  vasos sanguíneos llamados arterias coronarias. El término infarto, hace referencia a un riego sanguíneo insuficiente, con daño en una parte del corazón producido por la obstrucción en una de las arterias coronarias. Con las arterias obstruidas no puede pasar la sangre al corazón y por lo tanto se produce un daño o un infarto. La actividad física reduce el riesgo de sufrir infartos de miocardio y accidentes vasculares porque:

  • Ayuda al cuerpo a quemar grasas y azúcares y a mantener el peso ideal.
  • Reduce la tensión arterial.
  • Aumenta la concentración de oxígeno en el cuerpo
  • Disminuye el estrés
  • Fortalece el corazón y los huesos
  • Mejora la circulación sanguínea y tono muscular.

 

¿Qué dice Elena G. de White acerca de la actividad física y la disminución de infartos?

“Un ejercicio juicioso llevaría la sangre a la superficie, y aliviaría los órganos internos. Un ejercicio vigorizante, aunque no violento, al aire libre, con ánimo alegre, activará la circulación, dando un brillo saludable a la piel y enviando la sangre vitalizada por el aire puro, a las extremidades.”

“Cuanto más ejercicio hagamos, mejor será la circulación de la sangre. Más gente muere por falta de ejercicio que por exceso de fatiga; son más los que se echan a perder por el ocio que por el ejercicio. Los que se acostumbran a hacer ejercicio apropiado al aire libre, generalmente tienen una buena y vigorosa circulación”.

Si tienes problemas cardiacos el ejercicio es necesario para complementar tu tratamiento farmacológico. Recientes estudios afirman que el ejercicio moderado en pacientes con enfermedades cardiacas, puede llegar a disminuir la dosis de los medicamentos recetados y disminuir los efectos secundarios provocados por éstos.  Empieza una rutina de ejercicios y mejora tu salud cardiaca.

  “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas;  porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.” Mateo 11:28-30