El Ejercicio y la Longevidad

En el año de 2012 en el congreso Europrevent impulsado por la Sociedad Europea de Cardiología en Dublin, Irlanda, fue presentado un estudio llamado “Copen Hagen City Hearth”. Esta investigación fue iniciada en 1976 y ha seguido a 20,000 hombres y mujeres entre 20 y 93 años. Los investigadores compararon la mortalidad en 1.116 hombres y 762 mujeres corredores con individuos no corredores. Los resultados mostraron que, en el periodo de seguimiento (un máximo de 35 años), se registraron 10,158 fallecimientos entre los individuos que no practicaban carrera y solo 122 entre los que sí lo hacían. El análisis mostró que la práctica de la carrera disminuía el riesgo de fallecimiento en un 44% en ambos sexos. Lo curioso es que este beneficio en la longevidad se da en personas que realizan carrera moderada, pero no en las que practican ejercicio de forma exagerada. En conclusión una carrera de una o dos horas a la semana aumenta la esperanza de vida en 6,2 años en hombres y en 5, 6 años en mujeres.

Elena G. de White ya había hablado sobre el ejercicio y la prolongación de la vida en su libro  “Consejos para la salud” donde escribió: “Más gente muere por falta de ejercicio que por exceso de fatiga; son más los que se echan a perder por el ocio que por el ejercicio. Los que se acostumbran a hacer ejercicio apropiado al aire libre, generalmente tienen una buena y vigorosa circulación”. {Consejos sobre la salud Pág.188}. También nos aconseja que cuidemos el tiempo que Dios nos ha regalado y lo utilicemos de la mejor forma para prolongar nuestras vidas. “El talento del tiempo es precioso. Cada día se nos da como un legado, y Dios nos pedirá cuenta de él. Ha de ser usado para la gloria de Dios, y si queremos prolongar nuestras vidas, si queremos ganar la vida que se mide con la vida de Dios, debemos dar alimento puro a la mente. No debería perderse el tiempo que podría haberse usado en buena manera.”  {Mente carácter y personalidad Tomo 1 Pág. 188}. Toma el reto, administra tu tiempo y trata de correr una o dos horas a la semana y experimenta por ti mismo los beneficios de una vida más prolongada tal y como quiere Dios que la tengas. “Si una persona obedece a Dios hay promesas de larga vida para ella”. Andad en todo el camino que Jehová vuestro Dios os ha mandado, para que viváis y os vaya bien, y tengáis largos días en la tierra que habéis de poseer” (Deuteronomio 5:33).  “Y si anduvieres en mis caminos, guardando mis estatutos y mandamientos, como anduvo David tu padre, yo alargaré tus Días” (1 Reyes 3:14)